Por
Gabriel Zárate
Hernán Migoya ya dio a conocer que este año 2018 ocurrirá un gran recate editor para el comic peruano: La publicación de “Selva Misteriosa” por Editorial Planeta (Perú), una sensacional noticia para la historieta peruana Abrazo enorme y felicitaciones para su creador, el destacado neurólogo y talentoso historietista peruano Javier Flórez del Águila (1934), quien comenzó a dibujar en 1954 para la revista “Avanzada”. “Selva Misteriosa” se publicó en formato de tira diaria en el diario El Comercio, entre los años 1971-1974. La edición esta al cuidado de Hernán Migoya y Giancarlo Roman, editor de Pictorama. Estoy seguro que le edición de “Selva Misteriosa” será un éxito asegurado.
Del Facebook de Hernán Migoya
Buenas noticias:
Hace unos meses me lamentaba aquí de que la más mítica serie de cómic peruano publicada en tiras de diario durante los años 70 no hubiese sido recogida aún en formato libro. Me refiero a 'Selva misteriosa' del insigne (no es éste un adjetivo gratuito) historietista y neurólogo de 84 años, Javier Flórez del Águila.
Pues bien, mi propuesta de promover una edición a través del micromecenazgo o crowdfunding fue recogida al momento por un puñado de entusiastas profesionales y fans de la historieta, empezando por Gabriel Zárate y Humberto Costa. Cuando ya íbamos a lanzarnos a recaudar donaciones para materializar una edición testimonial, y como siempre termino poniendo dinero de mi bolsillo en estas empresas, decidí que primero era mejor testar y tentar a las editoriales profesionales en el Perú, por si de repente alguna de ellas se animaba a realizar una edición comercial de tan legendaria obra.
Dicho y hecho: en unos días y con la conformidad del autor ofrecimos 'Selva misteriosa' a las editoriales literarias preponderantes del país, bajo la premisa de que la novela gráfica era un formato que tarde o temprano terminaría imponiéndose también en la maquinaria habitual de la oferta comercial en librerías.
Tuvimos suerte y Editorial Planeta, gracias a la decisiva clarividencia de María Fernanda Castillo, ha fichado a Javier Flórez del Águila para lanzar su cómic clásico en una edición de tirada y repercusión mucho mayores que nuestra modesta intención primera. En los próximos meses se llevará a cabo la ardua tarea de escanear y coordinar un volumen que se plantea dos objetivos: poner al alcance del público general una obra maestra que sólo se editó en una ocasión mediante tiras diarias hace 44 años... y apelar al sentido del negocio y el pundonor de todas las editoriales actuales para que se lancen de una vez a recuperar el patrimonio historietístico peruano en condiciones dignas para sus autores y no permitan que ese legado cultural siga ignorado en un limbo inalcanzable para las generaciones de hoy, dinamizando por fin una gestión de reediciones que rescaten la tradición del tebeo nacional.
Sin el apoyo de esos primeros amantes del cómic que me ofrecieron su mano no hubiera sido posible nada de esto, un logro que nació con una simple queja personal en Facebook. Quiero dejar constancia especialmente de lo importante que ha sido para mí la honesta y desinteresada adhesión, desde el minuto cero, de Giancarlo Roman, amante irredento del medio e impulsor de una hermosa editorial independiente, Pictorama, a quien he pedido que ejerza conmigo de coordinador de esta edición.
Este primer paso es importante: sólo por la alegría de Flórez del Águila ya ha merecido la pena. De hecho, está tan animado que ha decidido desempolvar su lápiz tras cuatro décadas de abandonar el dibujo: pese a que guardó con celo encomiable todos los originales de la serie, perdió algunos al cederlos con objetivos divulgativos a personas que no se los devolvieron. ¿Resultado? Ayer nos reunimos con él y nos comentó alborozado ¡que había vuelto a dibujar todos los originales extraviados!
-Y no se pierde la mano, ¿eh? -comentó como un niño dichoso al resumir su experiencia de retomar el pincel tras cuatro décadas de inactividad artística.
No pierde la mano quien siempre la ha tenido, maestro. Los que no tenemos mano para nada sólo debemos usarlas para aplaudir.
Permitidme añadir algo, por favor: digan lo que digan y por muy pesimista que se muestre la gente en las redes, merece la pena luchar por causas como ésta; causas modestas tal vez, pero en las que sabes que la persona que tienes enfrente merece todo tu esfuerzo. El dinero es incapaz de acercarse a la recompensa que uno obtiene. Ni la cifra más asombrosa la iguala. En serio.
Ni siquiera la sospecha.
(Foto tomada ayer con Giancarlo y el admirable artista Javier Flórez del Águila. Gracias a su yerno por la instantánea).
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