Jorge Lucas, célebre dibujante de superhéroes, creador del popular personaje “Cazador”, fue invitado internacional de “La 15ª Feria Internacional del Libro de Lima” (FIL 2010) en el pasado mes de julio, donde dio la conferencia: “De El Cazador a El Capitán América”, teniendo como flamante moderador a Rashid Rabi. Compartimos la conferencia de Jorge Lucas con todos nuestros lectores.
Transcripción y edición: Gabriel Zárate
Mis referentes: Lo que yo siempre digo: Jack Kirby es el dibujante que más me gusta. Aparte estaba Alberto Breccia, que para mí, cuando lo descubrí recién en la revista Pif–Paf cuando era niño, fue algo espectacular. Yo no sabía quién era cuando salió publicado, pensé que se trataba de un dibujante americano, porque lo primero que vi de Breccia fue Sherlock Time y me impresiono tanto el dibujo y la historia.
Cuando leí quienes lo realizaban, me di cuenta que era argentinos. Luego me enteré que Alberto Breccia era uruguayo y que la historieta había salido en los 60s, que no era nada nuevo. Después con Mort Cinder también fue algo increíble. El dibujo de Alberto Breccia era simplemente magistral. Más tarde conocería también a Lucho Olivera, Cacho Mandrafina, que eran alumnos de Breccia, todos increíbles.
Cazador, como surge: El primer Cazador lo presente en un concurso de la revista Skorpio, es aquel que tiene la estrella en la frente. Después como salió mencionado pero no publicado me decidí a armar el fanzine, era una forma de publicar algo, entonces me junte con varios amigos y entre todas las historietas que había allí estaba Cazador. No estaba bien dibujado, pero bueno, tenía fuerza la historia. Igual el personaje pegaba, iba bien.
Después no pasó más nada, pues no hice un número dos del fanzine Arkham, pero si colabore en la revista. Tres historias con el dibujante Sanyú, dónde había tres historietas distintas, una dibujada por mí. Eso duró solo tres números y luego fuimos a hablar con Ariel Olivetti, que conocía a Andrés Cascioli por las portadas de Fierro, que Ariel hacía en aquella época. Le llevo una propuesta de hacer una revista con varias historietas y entre ellas iba Cazador, pero Cascioli dijo “No, hagamos una revista con un personaje solo, porque para una revista con varios personajes tengo a Fierro”, que ya estaba por cerrar, pero igual la tenía todavía. Así, el único protagonista que había en la nueva revista era Cazador.
Lo que hicimos fue reunirnos entre Ariel, Claudio Ramírez y yo para ver que hacíamos con el personaje. Como nos gustaba mucho Simón Bisley, nos agarramos del él, lo homenajeamos si se quiere llamar así. De allí salió Cazador y en vez de hacerlo norteamericano, lo hicimos argentino y muy mal hablado. Por suerte Andrés Cascioli, aceptó hacer revista a pesar de su contenido bastante zafado.
Cazador, ¿quién es?: De superhéroe no tiene nada, más bien es todo lo contrario. Cuando me dicen antihéroe, tampoco, más bien es un anti superhéroe. Porque lo que menos quiere en su vida es ayudar gente o salvar al mundo, no pretende eso. Costó un poco que lo entendieran, porque el público estaba acostumbrado a cierto esquema de comic y eso fue lo que consiguió Cazador: romper con el esquema de un tipo enmascarado que salva al mundo.
En realidad ya estaba enmascarado y era enmascarado porque ni él sabía porque era así, no tiene una doble personalidad, ni oculta su identidad por algo como el superhéroe americano. Lo desarrollamos de esa manera, tuvimos varios problemas de censura o de censura encubierta, pero es un personaje definido por mí como anti superhéroe, es la definición que más le cabe. Ni siquiera está en ningún molde que se pueda ubicar.
Es un personaje raro, difícil de catalogar. Al no pretender salvar el mundo o transmitir un ejemplo, ni hablar bien, no pertenece a la cultura a la que estamos habituados. Es algo totalmente distinto de cualquier otro personaje. Incluso hoy en día no hay ese personaje que pueda asumir esa falta de respeto con el personaje-modelo original. Siempre el personaje de comic trata de transmitir hasta bondad o si es un villano busca ser el más malo.
Acá el Cazador era el villano y era también el héroe, eso fue lo extraño y peculiar, y lo que aún muchos no entienden, por suerte la gente común lo acepta y es la que más la entiende, ya que se parece bastante a la gente de la calle, por eso llega tanto a ese público, que ya no quiere estereotipos y por eso se identifica con él. Siempre hay que resaltar que la libertad que tiene al no moverse como un paradigma del bien.
Cazador, los antecedentes de “La edad Oscura”: A partir de la salida del “Dark Knight” de Frank Miller fue como una reinterpretación del superhéroe. El sueño se había perdido, del superhéroe idealizado, que era rebueno. En un momento la cabeza del norteamericano le hizo click y “Dark Knight” represento eso, sumado a Alan Moore con los “Watchmen”, que al ser inglés tenía una visión distinta del superhéroe. No tenía esa visión idealizada.
Fue como una revolución, la de los 90s, como volver a empezar. De hecho, muchos personajes antiguos empezaron de vuelta, como Superman con “El hombre de acero” y Batman con “Año Uno” de Frank Miller. Fue toda una gran movida. Incluyendo “Crisis en Tierras Infinitas”, comenzar de vuelta, renovando los personajes, haciéndolos más reales, pero igual siguieron transmitiendo esos valores de ser súper bueno y súper honrado.
Uno que vive en Latinoamericana sabe que no es tan así. En nuestros países el género pega hasta cierta edad, después se transforma en un objeto de culto, me parece, porque uno sabe que lo que se cuenta es mentira, que nada es blanco y negro sino con distintos matices de grises, la lucha del bien contra el mal no siempre es tan clara, como bien sabemos los latinos.
Cazador, el contexto argentino: Para mí era una propuesta nueva. Había gente que no leía historietas y se acerco a ella por Cazador. La mayoría de lectores de Cazador no eran un público consumidor de historietas ni de superhéroes. No era tan fácil acceder al material extranjero, pues había poca publicación. Los lectores generalmente, estaban informados sobre el comic de EEUU o de Europa. Pero el que comparaba Cazador, era más gente del pueblo, que se enganchaba no por ser un superhéroe, sino porque se daban cuenta que era todo lo contrario y transmitía algo distinto, que se parecía mucho al pueblo, y eso era lo que atraía.
Dibujando en la Marvel: Termine Cazador de La Urraca, que concluyo en el Nº 66, luego de más de seis años publicándose. Después trabajé en El Dié, un comic sobre Maradona, que era una continuación de Cazador. Ariel que ya estaba trabajando para la Marvel me aviso: “Si quieres hacer una prueba, están buscando alguien que haga una onda tipo Moebius”. Bueno, nunca había hecho Moebius, pero es uno de mis dibujantes favoritos, siempre me gustó mucho. Agarre los libros de Moebius y de Juan Giménez, que es un derivado de Moebius a mi entender.
Ocurrió que el gran artista que estaba dibujando la miniserie había tenido algunos problemas que luego me enteré, la estaba haciendo en ese estilo. A mí me gusta variar los estilos. Hice una prueba con una página y entre varios dibujantes me seleccionaron y lo pude hacer. Ahí ingrese a Marvel, lo que me ayudo bastante en poder hacer un montón de cosas y aparte es también un mundo totalmente distinto.
De Argentina a EEUU: Yo venía de un medio autodidacta, independiente y hacia lo que yo quería. Para un artista es complicado pasar de algo totalmente libre a un medio donde te demandan, porque te mandan el guion, que ya no es tuyo y tienes que respetar lo que dice el guionista y el editor que es el que corrige. Es un trabajo muy bien pagado y lo tienes que hacer, y tiene muchas ventajas, aparte del respeto al artista que tienen, es nos guste o no, otra cultura.
Tributo a Kirby: Cuando empecé trabajando para Marvel, me preguntaron qué artista me gustaba y lo primero que respondí fue Jack Kirby y John Buscema. Toda la onda Marvel de fines de los 60s a los 70s. Estaba haciendo “X Force” y me llamaron para una miniserie, que era un tributo a “Los cuatro Fantásticos” de los 70s de Kirby. Hice el primer número junto con otros dibujantes (Bruce Timm entre otros grandes) y como vieron que imitaba más o menos bien a Kirby, se dieron cuenta que me gustaba. Hay dibujantes que prefieren un estilo y ellos ya te marcan, como si hicieran un estudio de mercado. Entonces cuando me piden hacer Kirby, yo voy contento y hago Kirby, pero saben que puedo variar a otro estilo también.
La admiración por Kirby: En un inicio asociaba a Kirby con el Batman de Bob Kane que se parece un poco en el estilo. Después me fue gustando Los cuatro Fantásticos de Kirby. Me encantaban las historias, el dibujo me parecía muy llamativo. A partir de ahí empecé a ver que más había de Kirby y era un dibujante que siempre lo identificaba entre todas las publicaciones que venían, como The Demon de Kirby, que me pareció espectacular y lo empecé a seguir. Son 16 capítulos los originales en inglés y por suerte los tengo completos en mi colección, y otras ediciones sobre The Demon también, de puro fan!
Es un dibujante que siempre me llamo la atención, más allá de no ser clásico. Más bien hoy en día puede llegar a ser moderno. Lo que transmite es la dureza en los superhéroes y a la vez su dinamismo. Para mí, modifico un montón de cosas con respecto al comic de superhéroes. Evidentemente hay un antes y un después de Kirby, en los personajes en movimiento, los enfoques, el estilo que marca una época.
Como trabajar para la Marvel: Ellos te mandan el guión en ingles. Es importante dominar el idioma o en su defecto si tienes problemas, llamar a un traductor para que se encargue del guión, pero algún conocimiento de ingles debes de tener. Cuando empiezas y te mandan el guión, te piden un tiempo determinado, que generalmente es de un mes. Cuando trabajaba en Marvel cumplía exactamente el mes de trabajo, tenía solo cuatro semanas para concluir ese comic.
Lo que ocurre es que no siempre es tan fácil de realizarlo, pues a veces demanda más fondos y con el tiempo percibí que tenía que llamar a un dibujante ayudante, para darme una mano, porque si no, no llegaba. La calidad que ellos pretenden no la puede hacer tan fácil un solo dibujante, salvo que simplifique o te den más tiempo para la entrega. Yo llamaba a alguien que me hiciera los fondos porque si no, era imposible cumplir los plazos (schedule).
Grabación: Carlos Tovar
Fotografía: José “Chiqui” Vilca