El
País (España): “El
guionista Len Wein (Nueva York, 1948) es responsable de
algunos de los héroes y villanos más reconocibles de la mitología del cómic —de
los más adaptados al cine y la televisión—, y, sin embargo, nunca se le
acreditó lo suficiente por ello. "La
historia moderna del cómic sería completamente diferente si no fuera por Len.
Que nadie lo aplauda por ello es una desgracia". El guionista Chris Claremont, responsable de la
etapa más icónica de la Patrulla X,
tenía claro lo que la industria del cómic estadounidense debía a uno de sus
nombres más infravalorados. Wein
creó a Lobezno, a la generación de
mutantes de Tormenta, Lobezno o Rondador Nocturno y a la Cosa del Pantano; había escrito para
los títulos más famosos de las dos grandes editoriales, y allí además había
editado títulos como Watchmen. Wein, guionista clásico que comenzó en
el terror, era, al fin y al cabo, un trabajador, uno lleno de imaginación que
nunca perdió su entusiasmo como fanático de los tebeos. El creador ha muerto este domingo a los 69 años
tras varias operaciones de corazón, que había contado los últimos días por
Twitter”.
“Es fácil pasar por alto a Len Wein. Aunque pocos escritores
tienen en su currículum etapas en El
Increíble Hulk, Spider-man, Batman, Los Titanes (donde comenzó su carrera),
Wonder Woman (donde rediseñó al
personaje junto a George Pérez), Thor,
Iron Man, Los Cuatro Fantásticos y la JLA,
era tal su generosidad que cedía el protagonismo a quienes llegaron después.
Además de López, sin él ni Alan Moore, que se dio a conocer por su
brillante etapa en La cosa del Pantano,
ni Chris Claremont, que comenzó como
ayudante editorial de Wein en Marvel, tendrían una carrera. Pero su
pluma para escribir cómics era tan poco estridente, que no llamaba la atención
entre el gran público, si bien dominaba la estructura y la idiosincrasia de las
viñetas como nadie”.
“Wein
era un trabajador feroz y compaginó su tarea de escritor con sus labores
editoriales en una de las épocas más complicadas y competitivas de la
industria. En Marvel se erigió como
editor en jefe tras la salida de Roy
Thomas y desde allí lanzó toda una nueva manera de entender a los
superhéroes, con la creación la nueva y diversa Patrulla-X en Giant Size
X-men 1, junto al dibujante Dave
Cockhrum, uno de los títulos más legendarios de la historia. En sus
páginas, Charles Xavier reunía a un
nuevo equipo de mutantes encabezados por Lobezno
(heredado de la etapa de Hulk de Wein, en la que le habían pedido un
cupo de canadienses), Tormenta, Rondador
Nocturno y Coloso. Su trabajo
editorial evitó que Wein siguiera en
la serie, así que en 1975 pasó las
riendas a un joven y entusiasmado Claremont,
que había asistido a todas las reuniones como su ayudante. Así comenzó su
leyenda, una etapa que duraría décadas. "Para
mí era un trabajo más. No era diferente de Hermano Voodoo", contaba Wein en Las historias jamás contadas de
Marvel cómic”.
“Las cancelaciones de títulos en
aquella época eran constantes, y lidiar con una treintena de equipos creativos
no era una tarea sencilla. De hecho, acabó tan cansado por su trabajo como
editor que decidió probar un soplo de aire fresco y aceptar la oportunidad de
escribir a Batman en Detective Comics”. “Pero Stan Lee no se tomó bien su paso a la
competencia, y decidió que no podía estar en ambos sitios a la vez. DC no tardó en darle un puesto como
editor en algunos de los títulos más reconocibles de una nueva era. En esa casa
supervisó el lanzamiento de Crisis en
Tierras infinitas, que revolucionó el universo para siempre, aunque su
nombre siempre estará ligado a Watchmen,
de Alan Moore y Dave Gibbons, si bien sus desavenencias con el guionista por su
final fueron públicas desde el momento de su publicación. Tanto fue así que
cuando en 2012 la editorial lanzó
los polémicos cómics de Before Watchmen,
que ahondaban en los personajes de la legendaria serie innecesariamente, Wein era cabeza de cartel: "Iba siendo hora. Moore ha tenido estos
personajes durante un cuarto de siglo y decidió no hacer nada con ellos".
“Pero Wein para entonces ya tenía el título de leyenda, un autor al que
la industria le debía algo que nunca le entregaría. No solo los mutantes o la Cosa del pantano (al que escribió hasta 2016 y que adaptó Wes Craven
al celuloide), Wein también ha visto
traslados al audiovisual personajes como Lucius
Fox, con el rostro de Morgan Freeman
en la trilogía del Batman de Christopher
Nolan; Amanda Waller, a la que
ahora interpreta Viola Davis en el
universo DC; Cottonmouth, al que encarnó Mahershala
Ali en Luke Cage, o Blanco Humano,
que contó con su propia serie de televisión. Aunque, en realidad, todo lo que
recibía por ello era el honor de verlos en pantalla: "Nunca vi un duro de las películas Marvel, ni siquiera tengo crédito en
alguna de las películas de Lobezno. Hugh Jackman es un hombre encantador y en
el estreno de X-men orígenes: Lobezno dijo al público que me debía toda su
carrera y me abrazó. Fue muy gratificante, pero hubiera preferido un cheque”.
“Por eso no es extraño que Wein, que comenzó queriendo ser dibujante,
considerara uno de sus grandes logros ser de los pocos de su generación que
había logrado superar al tiempo: "Tengo
una carrera en este negocio tras 45 años. Eso es algo que no pasa mucho. Soy el
hombre con más suerte en el mundo", exclamaba en 2012 en una entrevista en Collider:
"He pasado toda mi vida haciendo lo
que me gusta ¿Cuántos pueden decir eso?". Ese entusiasmo por los
cómics de los que se enamoró de niño con Batman
le siguió hasta el final”. El País (España).