Por Gabriel Zárate
La historieta en la Argentina contemporánea
Juan Sasturain afirmó en una entrevista: “El fenómeno del apogeo de la historieta argentina, su edad de oro a mediados de los 40s hasta inicios de los 80s tuvo que ver con la confluencia de tres cosas: hubo medios, hubo artistas y hubo público. Si no se dan esas tres condiciones es muy difícil que el asunto funcione.” Argentina en la actualidad continúa produciendo historietistas de nivel internacional. ¿Cuáles son las aristas que empezaron a fallar en la Argentina a partir de los ochentas y que iniciaron el fin de los años dorados y por qué?
Bueno, en primer lugar habría que preguntarse si existió esa “edad de oro” y en ese caso, en qué términos se la define. A partir de la caída de un sector del mercado de producción de historietas se construyó un relato mítico sostenido por posiciones e intereses. Las referencias aluden de manera persistente a una industria dorada del medio, traducida como “industria nacional”. Aquí me parece que está la clave. La contradicción se evidencia cada vez que la expresión de las nuevas condiciones del campo en términos de ruptura, avanzada o renovación exige volver hacia el punto de partida. La lectura muchas veces romántica e idealista de ese pasado, se inscribe en una operación ideológica y estratégica en la que la cuestión de la legitimidad cobra una centralidad ineludible.
El mismo Sasturain está comprometido en esa operación. En cierto modo, la edad de oro, cosifica. Así, el campo aparece como “condenado” a construir y re-construir un tiempo glorioso, que probablemente no haya existido de manera fehaciente en ningún momento de su historia. Por otro lado, creo que la “creencia” en una edad dorada no está fundada únicamente en cuestiones de mercado y de tirada de ejemplares. En ese relato se puede leer la dicotomía entre lo nacional y lo extranjero, es decir, cuando hablamos de tiempos dorados el planteo no se reduce a una competencia de mercado. La confrontación recoge un problema vinculado a un conflicto de larga tradición en la política argentina en el cual la construcción de un sistema de opuestos se organiza desde una tensión política.
La generación fanzinera de Oxido de Fierro, influenciada por la historieta alternativa americana produjo una suerte de comic de garaje contracultural y no surgieron mayores talentos (salvo casos contados como Ariel Olivetti) ¿Se la puede catalogar como una generación perdida?
No, para nada. En primer lugar, creo que hablar de “generación” es bastante problemático, ¿no? Teniendo en cuenta que las edades de los dibujantes que participaron de esa experiencia eran bastante desparejas. Por otro lado, no estoy de acuerdo que ya sido una “generación influenciada por la historieta alternativa americana”, o por lo menos, no solamente por ello. En los trabajos de los artistas se evidencia el cruce no sólo con distintas tradiciones de la historieta internacional sino con otros lenguajes y medios, lo que lleva a que los trabajos despeguen de sus influencias más inmediatas.
En Óxido no sólo se evidencian cambios a nivel estético y narrativo, hay prácticas de renovación en el circuito de producción que si bien están lejos de alcanzar el pretendido despegue de la industria, permiten orientar la producción hacia otras zonas de la cultura. En otros términos: la historieta que por entonces había dejado de ser una industria (en el sentido fuerte del término), pasa a ser una práctica cultural. Es un cambio dramático en el campo. Los historietistas tras la caída de la industria y frente a la sensación paralizante de la pérdida crearon una dinámica que involucró no sólo una forma distinta de producción sino prácticas alternativas de circulación y consumo de sus mercancías culturales.
Diego Agrimbau es el guionista, en solitario, más importante de su generación ¿Por qué la dificultad de los historietistas más jóvenes en contar historias y dedicarse a tiempo completo al oficio de fabular ficciones? Abundan los dibujantes y escasean los guionistas ¿Hay una contemporánea crisis del narrar?
Es cierto que es muy difícil posicionarse como guionista de historietas, es una batalla diaria porque no se trata de un oficio estandarizado. A veces nos referimos al oficio y otras veces a la profesión. ¿Qué extraño, no? Me parece que allí hay una cuestión nodal y todavía irresuelta. En cuanto a Diego, bueno me resulta difícil hablar de su trabajo pero podría asegurar que uno de sus méritos ha sido el saber adaptarse a distintos mercados y "leer" el estilo de los dibujantes. Pensar a partir del sistema de géneros. Yo trabajo de una manera completamente distinta. Jamás haría una “escaleta” o pensaría mis guiones en términos de editoriales, búsquedas estilísticas o estilos de época. Mi forma de trabajar en la ficción es absolutamente anárquica. Con respecto a si hay una “crisis del narrar” no me atrevería a plantearlo en esos términos y en tal caso excede completamente el campo de la historieta. Tendríamos que hablar de literatura, de crisis de los relatos fuertes, de ficciones y transposiciones pero también de los cambios en la dimensión de la lectura y sus devenires contemporáneos. Y en ese mar de problemas, pensar la producción y consumo de historietas.
El genial Carlos Trillo es el único guionista de su período generacional que continua produciendo de manera considerable sin perder la calidad en sus trabajos y consiguió adaptarse a los nuevos tiempos. ¿Porque solo él logró sobrevivir a los duros cambios de fin de siglo? ¿Donde reside su secreto?
Carlos es una persona inteligentísima y culta, además de un excelente narrador. Su talento es estratégico, se adapta a mercados, estilos gráficos, géneros. Pero al mismo no queda atrapado por las reglas del mercado. ¿Quién puede hacer eso con tanta ductilidad? Por un lado, los años en el oficio, me imagino, le sirven para tener la “cintura” necesaria para ir un paso más allá de los acontecimientos, mirar el horizonte, analizar el contexto y actuar en consecuencia. Obviamente, no todas las jugadas son jaque mate, pero le permiten seguir en el juego y sacar ventaja.
La industria editorial en Sudamérica sigue siendo frágil. Hay un renacer de editoriales independientes, pero pequeñas y endebles. Sin editoriales solidas que apuesten por la historieta ¿Cual es del futuro de los artistas gráficos? ¿Quedar atrapados en el limitante fanzine o continuar mirando a Europa como la gran posibilidad?
Sí, es una industria frágil, pero es una industria que existe y da pelea. Los dibujantes y guionistas tienen otros canales de inserción profesional. La gráfica publicitaria, el diseño comunicacional, la ilustración editorial funcionan como nichos de mercado. Por eso es difícil hablar de “campo de la historieta” cuando analizas sus actores…creo que asistimos a un creciente desdibujamiento de las fronteras. Al tal punto llegó el cuestionamiento de los márgenes que la pregunta ya no es tanto hacia dónde va la industria de la historieta, sino qué es la historieta, cuáles son los límites y contornos de su lenguaje.
Además, las editoriales pequeñas si bien no generan grandes ganancias y están lejos de producir tiradas como las de otras épocas, permiten reposicionar a la historieta en las librerías. Este es un fenómeno importante. Las nuevas apuestas permiten que el libro pase a ser el formato estelar de la historieta argentina, reemplazando a las revistas de quiosco de otras etapas. Entonces, el objetivo ya no es “vender mucho”… me parece que los intereses están pasando por otro lugar, por el reconocimiento del autor, por la valoración crítica de su obra.
¿Qué papel juegan los blogs, en nuestra sociedad virtual, para la difusión y el desarrollo de la historieta?
En los últimos años, un papel central. La edición digital constituye una nueva estrategia de posicionamiento, crítica y comunicabilidad entre autores y lectores. El incremento permanente de sitios profesionales y blogs de historietas merece un análisis sistemático y en profundidad. ¡Alguien tendría que tomarse ese trabajo!.. El fenómeno es extensivo a autores con diferentes trayectorias y abarca públicos muy diversos. Así puede “armarse un blog” un amateur sin trayectoria alguna como autores consagrados y reconocidos internacionalmente. Ojo, hay confusiones preocupantes…tener 1000 visitantes o 100 comentarios en tu página y creer que “sos exitoso”, siempre me pareció un tremendo error, además de una torpeza intelectual. Ello puede acariciar tu ego, pero no sirve para nada.
El fin último, en todos los casos, es el contacto con los lectores y la difusión de la producción pero hay formas y formas de lograrlo. Pedir “comentame el blog” y del otro lado alguien responde “que lindo”…. o tiene sentido alguno. Como ejemplo de la importancia que tienen los blogs en el crecimiento del mercado y el público lector hay que destacar al sitio Historietas Reales. Este emprendimiento da cuenta de un movimiento de producción inédito en los últimos años. Por supuesto, todo tiene sus vaivenes y en la actualidad asistimos a cierta crisis del “mundo blogueril” .pero pienso que ello tenderá a revertirse. La sociedad virtual está lejos de firmar un certificado de defunción. En lo personal, creo que llego bastante tarde, ¡debe ser por la edad!
Cuando en la actualidad internacional la historieta se publica mayoritariamente en álbumes autos conclusivos que se presentan como novelas graficas y las revistas de formato magazine prácticamente han desaparecido del mercado editorial, en la Argentina resurge Fierro. ¿Cómo se explica este milagro de su segunda existencia? ¿Que representa en oportunidades reales para los historietistas argentinos? y ¿cuál ha sido la recepción del público lector?
Creo que
Fierro significa mucho en términos de oportunidades, de conocimiento y reconocimiento de los nuevos talentos del campo, es una pieza clave para amalgamar lectores y construir una red de intercambios simbólicos. Y esto, a veces es algo tan o más importante que las recompensas económicas. Quiero decir, podes estar publicando preciosos álbumes internacionales y que nadie en tu país te conozca. O al revés, ¡que todo el mundo te conozca pero nunca publicaste nada!
Fierro en rigor, no es tan prestigiosa ni tan insignificante como para pasar desapercibida. Alrededor de ella siempre se habla y siempre se va hablar. Es evidente que no se trata nada más de una revista, a riesgo de exageración, diría que alrededor de ella se construyó una constelación de ideas, de estilos y de formas de pensar el medio. Y modo de pensar la política también en relación a los medios.
Publiqué en
Fierro, con
Ale Lunik y fue un placer enorme, una tarea gozosa. Que no me guste toda es la consecuencia natural de cualquier antología. Tampoco me gusta todo este librito que estoy viendo ahora, en el estante de mi biblioteca "Los mejores cuentistas latinoamericanos" y no salgo a decir nada de ello ni reniego de haberlo adquirido. Si más de la mitad de los cuentos me gustaron, estoy hecha. Es lo mismo, en líneas generales. Estoy comprando una revista con distintas historietas y si me gustara toda, creo que estaría en problemas mi juicio crítico.
La tendencia general es que las mujeres han tomado por asalto la literatura y el cine, pero no son grandes lectoras de historietas. En tu opinión: ¿A qué se debe el escaso interés femenino por este género narrativo cuyo soporte es la imagen dibujada?
Bueno, cuando pienso en el público lector lo hago en términos globales y específicos al mismo tiempo. Actualmente hay muchas mujeres dibujantes que aunque no trabajan en el mercado con regularidad, están dando sus primeros pasos en la profesión. Es cierto que guionistas mujeres hay muchas menos, pero entiendo que es un dato que lentamente se irá revirtiendo. Tampoco estoy segura que el número o la cuestión cuantitativa sea suficiente, me parece que pasa por otro lado la cuestión: por la visibilidad de la mujer, por su tratamiento igualitario tanto en la dimensión editorial (pagos, derechos) como social (eventos, festivales) es ahí donde hay que dar la pelea y no en el cupo. Hace algunos años, era habitual ir a un evento de historietas y no encontrarte con ninguna mujer…a excepción, de las esposas o novias de los dibujantes. El panorama era bastante triste.
Actualmente hay proyectos como el de
Chiksoncomics (
http://chicksoncomics.blogspot.com)/,
Tribuna Femenina (
http://tribunafemeninacomix.blogspot.com/) o
Clitoris http://www.revistaclitoris.blogspot.com/) realizados por mujeres y son emprendimientos muy interesantes. No creo que "las mujeres ya hemos ganado nuestro lugar en el campo de la historieta" pero ya nadie puede hacerse el indiferente o mirar para el otro lado porque estamos y además, estamos unidas y no vamos por más. Hace rato que hay artistas en todo el mundo que trazaron un camino personal sin necesidad de “copiar” el trazo masculino ni contar desde ese lugar.
Uno de los rasgos centrales de “La civilización del espectáculo”, como define Mario Vargas Llosa a la actual cultura dominante, implica el fin de la privacidad de las figuras públicas. Lamentablemente este blog no puede escaparse del “espíritu de nuestro tiempo”. Última pregunta (una concesión para la amarillenta tribuna): ¿Cómo lo flechastes a Diego? ¿Tuvo que rogar demasiado?
Jajaja…Ay…a ver, nos conocimos en un momento en el que Diego hacia sus fanzines en La Productora y yo intentaba armar un proyecto en la facultad para estudiar la “historieta independiente”. Te hablo del año 2000 o 2001. Plena crisis política y económica en la Argentina. Un amigo en común nos presentó... En definitiva, todas las conquistas se parecen... la diferencia está, me parece, en qué haces después. Y esa fórmula me la reservo tribuna!!!
Nota: El blog de Laura Vázquez Hutnik, dedicado a sus crónicas literarias, es de consulta obligatoria para sus múltiples admiradores: