viernes, 22 de enero de 2010

Los recomendados: Sick Bird, de Carlos Trillo y Juan Bobillo





Por Gabriel Zárate

Sick Bird: Publicada originalmente en Europa el 2001 (en coedición entre Francia, Italia, España, Alemania, Holanda y Países Escandinavos) y dividida en tres álbumes de 48 páginas cada uno: 1) El tatuaje, 2) La máscara, 3) El rostro. Después, editada el 2007 por IVREA de Argentina. Con guión de Carlos Trillo y dibujos de Juan Bobillo.

Una disputa por la posesión de una cuantiosa herencia industrial de laboratorios farmacéuticos, empujará a Reginald Benton, un hombre sin escrúpulos, a encerrar a su hermana Jobeth Benton (de solo 20 años) en una clínica psiquiátrica acusándola de locura y en complicidad con un científico, el Dr. Elzenberg, suministrarle fármacos para enloquecerla. Jobeth martirizada por una enfermera lesbiana y sadomasoquista, después de un largo encierro logra huir de los suplicios padecidos, se rapa por completo su larga cabellera pelirroja para pasar desapercibida pues la policía va tras ella, consiguiendo la ayuda y el amparo de un anciano inmigrante maorí que le encuentra un gran parecido físico con su nieta recientemente muerta. El anciano decide tatuarla al uso de la tradición maorí, y le entrega el pasaporte neozelandés de su fallecida nieta de nombre Bird. Con una nueva identidad, Jobeth ahora convertida en Bird, inicia producto del azar, una rápida y ascendente trayectoria como exitosa modelo de pasarela. Huyendo de los sicarios de su hermano su anonimato es paródico, pues transformada en Bird, su exótico e impactante rostro de belleza maorí está presente en la apabullante publicidad de los más diversos rincones del gran New York. Una top model cuya masiva imagen publicitaria la ha vuelto invisible.

Para Bird la vida es un infierno, atrapada en una frenética y compulsiva adicción a los fármacos Z 23, (producidos por el Dr. Elzenberg) cuyo síndrome de abstinencia es peor que la muerte, ella vive dopada para mantenerse lucida y activa, pero le quedan pocas pastillas. Con su autentica identidad perdida y en el tierno recuerdo de su novio Martin, ciego e inválido por un accidente provocado por Reginald Benton, a su vez deslumbra divinamente en el mundo frívolo y vacio del modelaje y la fama. Gracias a una desbordante sensualidad será una fascinante diosa de la moda y del glamour, pero es su atormentada mente la que esta presa, atrapada en las secuelas de la desmesura y la desesperación por el inhumano sufrimiento vivido y encarnado.

Heroína traumatizada por las aborrecibles situaciones límite que ha debido enfrentar, Bird vive en una temible angustia cotidiana, acorralada por los tortuosos fantasmas del pasado como la violación incestuosa de su hermano, su locura inducida, las aberrantes vejaciones del manicomio y los perversos asesinos del presente que la persiguen sin tregua para aniquilarla. Su anoréxica belleza, su excitante erotismo es una de sus poderosas armas que emplea este ser sexualmente codiciado pero emocionalmente frágil e inestablemente desgarrado, enfrentando la feroz adversidad de su cruenta lucha por sobrevivir y vengarse. En sus delirantes alucinaciones farmacológicas aparece un protector pájaro de fuego que la guía y la resguarda.

J.G. Ballard en su célebre prologo de “Crash” afirma: “No me satisfacía el apego convulsivo de la Ciencia Ficción… por el espacio exterior y el futuro remoto. Tanto con propósitos emblemáticos como teóricos y de programa, di el nombre de "espacio interior" al nuevo territorio que yo deseaba explorar: ese dominio psicológico… Donde el mundo exterior de la realidad y el mundo interior de la mente se encuentran y se funden” (1). Bird es una historia de ciencia ficción tal como la concebía Ballard: pues examina las fronteras de la percepción de la realidad producto de un estado mental trastornado, distorsionado por los fármacos alucinógenos y el excesivo dolor extremo, oscilante entre los límites de la cordura y el desvarío.

Esta historieta es uno de los puntos más altos de Carlos Trillo en la década anterior. Es un relato de dinámico desenvolvimiento, de una gran intensidad narrativa en el despliegue de las violentas acciones, y la perseverante tensión por el peligro permanente, con constantes saltos temporales a un sórdido pasado, con una reconstrucción fragmentaria producto de los momentos de lucidez de Bird, de sus estallidos de conciencia y de un trasfondo temático de mafias de centros psiquiátricos y laboratorios que producen medicinas cancerígenas. Se construye un enrevesado mundo plagado con personajes de comportamientos complejos: incestuosos, sadomasoquistas, desalmados que abusan del poder, infames asesinos de una frialdad lacerante. Son ellos, carentes de toda humanidad, los auténticos psicópatas de esta cruel y despiadada historia.

(1) J.G. Ballard. “Crash”. Ediciones Minotauro 1996.

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