Por Gabriel Zárate
Hace ya diez años que Mario Luccioni partió para Italia en busca de un mejor porvenir. El mayor investigador y erudito de la historieta nacional se marchó dejando inédita una investigación concluida: su monumental Historia de la historieta peruana (1873-1940) redactada tras largos años de trabajo y sacrificio. Pero después de dos lustros de confinamiento en su ostracismo italiano, quizás Mario nunca imaginó que un chico de apenas diez años de edad, que ingresó a su Taller de historieta del Museo de Arte de Lima, el lejano verano de 1990, se terminaría convirtiendo en su auténtico discípulo.
Hace ya diez años que Mario Luccioni partió para Italia en busca de un mejor porvenir. El mayor investigador y erudito de la historieta nacional se marchó dejando inédita una investigación concluida: su monumental Historia de la historieta peruana (1873-1940) redactada tras largos años de trabajo y sacrificio. Pero después de dos lustros de confinamiento en su ostracismo italiano, quizás Mario nunca imaginó que un chico de apenas diez años de edad, que ingresó a su Taller de historieta del Museo de Arte de Lima, el lejano verano de 1990, se terminaría convirtiendo en su auténtico discípulo.
Vladimir Velázquez llegó acompañado de su madre, recién concluida la primaria, al Museo de Arte de Lima para inscribirse en el Taller de historietas que dictaba Mario. Para Vladimir el problema inicial a afrontar era que el curso elegido solo admitía a alumnos mayores de 14 años. Después de una insistente deliberación con Mario Luccioni, lograron convencerlo de que lo acepte como alumno en la clase.
Al año siguiente, por recomendación de Mario y esta vez llevado por su padre, asistió por primera vez a las reuniones del Club Nazca de la Historieta. Con mucha rapidez se integró como un miembro más del variado y diverso grupo y participó en la 2ª exposición de historieta peruana del ICPNA de 1991, siendo el expositor más joven de aquella muestra. Esta temprana relación con el comic marcaría el futuro vocacional y la vida profesional de Vladimir. Luego de asistir tres años al Taller de historieta del Museo de Arte de Lima, siempre conducido por Mario, y cinco de ser miembro del Club Nazca de la Historieta, Vladimir concluye el colegio y decide estudiar Diseño Gráfico, complementando su formación con cursos extensivos que lo especializan en Diseño Gráfico Digital y Fotografía Comercial. El sello de su precoz experiencia en el universo de los comics quedaría plasmado en su fascinante deleite y apego por las imágenes.
El pasado y el presente: Los blogs de Vladimir
Reencontrándose el 2008 con los viejos amigos del Club Nazca de la Historieta y asistiendo a la creación de El día de la historieta peruana (2008) en el bar del hotel Maury, Vladimir también se reencuentra con su vieja afición por la historieta y con Humberto Costa (su segundo maestro), quien lo orientará en su incesante interés fetichista por las publicaciones peruanas del pasado. Después de una rápida pesquisa y una valiosa recopilación de antiguas revistas nacionales y gracias también a su formación y talento como Diseñador Gráfico Digital, el 2009 Vladimir en poco tiempo crea tres blogs simultáneos: “Anticuchadas de Lima” (con fotos de Lima de inicios de siglo XX), “La revista Variedades” (con las portadas de “Variedades”) y “La historieta peruana” (con historietas de Avanzada y El Supercholo de El Comercio). Finalmente, por idea y sugerencia de Humberto Costa, ese mismo año decide fusionar los tres blogs en uno solo, con el título de “Una Lima que se fue…”.
Una Lima que se fue… Historieta, Humor Político, Caricaturas, Fotografía y mucho material sobre Lima Antigua: Consolidado como un "Blog de Rescate", se evoca en él, la nostalgia por el pasado urbanístico de Lima, retratado en su obsesión por las fotos de la remota arquitectura limeña, su refinada admiración por la revista “Variedades” (1908-1932) la publicación social y política más importante y prestigiosa de su época y su amor incondicional por el comic, en las páginas de historietas peruanas de la década del cincuenta.
Lo más importante y notable de Vladimir es su ardua y silenciosa labor en la investigación. Su tenaz afán por buscar y conseguir testimonios gráficos del pasado limeño en solitario. Su culto y devoción por las añejas representaciones impresas que viene recolectando tras un perseverante seguimiento para salvarlas del abandono y la destrucción, logrando con ello preservarlas y compartirlas. Gracias a ese denodado esfuerzo podemos encontrar en su blog la reconstrucción de una época que ya no existe, de una Lima que desapareció hace mucho, de revistas de virulenta sátira anticlerical, de humor e historietas, de frívolas publicaciones sobre actualidad y política, ya olvidadas por muchos, de bellas construcciones limeñas hoy derruidas, pero que Vladimir lucha obstinadamente por rescatarlas, edificando una valiosa memoria visual digitalizada que permitirá recordar y revivir ese mágico tiempo de lejano esplendor limeño perdido y recuperado virtualmente.
Movidas del comic: Blog poblado por numerosas y diversas fotos, donde imitando a un incesante corresponsal fotográfico que cubre todos los eventos importantes, Vladimir retrata las actividades más destacadas de la actualidad sobre la historieta en el Perú, captando hábilmente la atmosfera festiva del momento. Es un archivo propio que construye con ánimo y vigor para dejar una vital e inalterable descripción visual de lo que ocurre estos días en nuestro país. Es el testimonio de lo contemporáneo como huella para el venidero futuro.
Vladimir por su enorme esfuerzo desplegado en la elaboración de estos blogs simboliza una joven vida insuflada de ardorosa pasión por la aventura de la investigación y la vehemente búsqueda de imágenes pérdidas, que tempranamente absorbió de su primer y decisivo maestro que lo forjo: Mario Luccioni.
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