Por Gabriel Zárate
Nekrodamus es su gran personaje, el que le da fama mundial y el tema nos remite a otra leyenda de la historieta argentina, a Héctor Germán Oesterheld. ¿Cómo se gesto la historieta? ¿Cómo fue convocado por Oesterheld para dibujar a Nekrodamus? ¿Cuál es la historia secreta detrás del origen de este Príncipe de las tinieblas?
Horacio Lalia: En realidad la idea sale de la editorial, porque ya era tiempo de tener un personaje y tuve la suerte de que el editor se lo propusiera a Oesterheld a quien yo ya conocía desde mucho tiempo atrás, él fue el que me dio mi primera publicación de historieta en Hora Cero (1964).
Insisto con Nekrodamus pues a pesar de la desaparición de Héctor Germán Oesterheld, la historieta continuo publicándose durante varios años y alternándose diversos guionistas como Trillo, Albiac, Collins, Slavich, lo cual habla de un notable éxito con el público. ¿En que radica la popularidad del personaje? ¿Con cuál guionista (de los posteriores) hubo una relación mejor desenvuelta en el trabajo?
Horacio Lalia: Después de la desaparición de Oesterheld y como el personaje tuvo éxito en Argentina y en Italia, la continuaron varios guionistas importantes, Trillo, Saccomano, Collins, Slavich (Albiac, no, con el tenemos otros personajes importantes como, Lord Jim, Inspector Bull, y muchos unitarios). Creo que la popularidad del personaje radica en la profundidad de las historias, que tienen una total relación con lo humano, con sus virtudes y defectos y que yo pude lograr un clima gótico que redondeo la historia, pues cuando ocurrió la desaparición de Oesterheld, lamentablemente, la siguieron otros guionistas y yo continúe dibujándola. En cuanto a los guionistas, pudimos desarrollar más charlas e ideas con Collins, y en la última época con Slavich.
El clima gótico, macabro, de suspenso, de terror de Horacio Lalia ¿en qué momento de su carrera se define? ¿Cuando llega a la conclusión que el horror y el suspenso eran el género ideal para su estilo de dibujo?
Horacio Lalia: Como dije anteriormente, el clima gótico comenzó con más profundidad en Nekrodamus, aunque ya tenía mucho que ver mi forma y visión de la historieta desde siempre, puesto que yo basaba en eso mi elaboración de climas y mi inclinación a lo épico donde me sentía más cómodo.
Su fascinación por recrear la era victoriana inglesa es una constante en su obra. ¿Cómo surge esta obsesión por el SXIX británico? ¿Es producto de sus lecturas? ¿Por qué su estilo de dibujo se desenvuelve con mayor talento en la reconstrucción de este periodo histórico?
Horacio Lalia: Creo que mi gusto por el barroco y la lectura me inclinaron por esos temas. Pero no como una obsesión, sino por sentir, (¡Tal vez tenga que ver alguna de mis vidas anteriores! ¡Con eso!)
Que nos puede decir de esa pequeña obra maestra que realizo junto a Walter Slavich: Carlton. Historia con elementos tan ricos y variados (y profundamente humanos) como la traición, la venganza, la locura, la crueldad, la lealtad, el horror. Obra que en mi opinión exige una reedición urgente.
Horacio Lalia: Es una buena obra, fue pensada por Slavich para la editorial Columba de Argentina y por el éxito que tuvo se vendió a Eura de Italia y también se publico en Record de Argentina, curiosamente Record y Columba, dos editoriales rivales por su contenido grafico y en historias, la publicaron con el mismo título, cosa que no paso con otras que fueron publicadas en ambas editoriales en otros momentos. En cuanto a mi desempeño siento satisfacción con este personaje, por que intente un cambio en lo técnico, y creo salió bien. Es posible que se pueda reeditar en el Perú a través de Contracultura, con Benjamín Corzo. Pero eso se está conversando, existe en ello interés.
Desde hace años su producción se ha volcado al mercado italiano y francés, ha trabajado con adaptaciones literarias, de cuentos de Poe y de Lovecraft. Tengo entendido que Lovecraft fue una exigencia de los franceses y que para los italianos prefiere trabajar historietas en base a la obra de escritores de renombre. ¿Cómo explica su adaptación al exigente mercado europeo?
Horacio Lalia: En realidad para los italianos realice muchas adaptaciones unitarias desde 1996 – 2003, porque ellos se interesaron mucho cuando les ofrecí el proyecto. Con los franceses la posibilidad se presento en 1998, porque se interesaron por Lovecraft porque entendían que es un autor de terror que podía pasar perfectamente de la literatura a la historieta, por supuesto que ya se habían realizado otra adaptaciones de este autor, pero tuve la suerte que el primer álbum fue exitoso y publique tres de Lovecraft y uno de Poe, con la editorial Albin Michel. En cuanto a mi adaptación al mercado, esto lo venía haciendo desde antes de los años 70s, por suerte mi obra gustó y fue una constante en los años siguientes mi colaboración con distintos países europeos.
¿Cómo surge la idea de crear un Instituto de arte aplicado a la historieta? ¿La vocación por la enseñanza estuvo siempre presente en usted?
Horacio Lalia: Esto surge a mediados de los años 80s cuando comenzaron a ofrecerme la posibilidad de dar cursos de historietas, pero en realidad yo me decido a hacerlo recién en 1993 cuando fundo mi propio taller. Esto sucede por sentir que estaba ya preparado para poder transmitir lo que yo conocía para la gente joven a los cuales les interesaba el tema
¿Cómo ve actualmente el mercado editorial argentino? Talento hay de sobra, siempre lo ha habido, y la verdad es que industria editorial argentina hace tiempo que no está a la altura de sus historietistas. A pesar de de lo dicho, sin embargo pareciera que en los últimos años está aflorando una industria de la nostalgia preocupada por reeditar clásicos de la historieta argentinas de los 70s y 80s ¿Cuál es su explicación de este fenómeno?
Horacio Lalia: El mercado argentino desde fines los 90s se viene tratando de recuperar a través de reediciones de autores argentinos en el exterior y desde el 2004 (aproximadamente) ya algunas de las pocas editoriales que comenzaron a surgir empezaron a aceptar nuevos proyectos, cosa que es bueno, sobre todo para los jóvenes artistas. Esto sucede porque a principios de la década del 90 por un poco de desidia de los editores, no exento de culpa de los artistas, comienza a penetrar el manga y los superhéroes y esto termina con el cierre de las dos grandes editoriales que quedaban de historietas Columba y Record (96 – 97) donde se produce el vacio total del rubro, afectando más que nada a los artistas jóvenes que durante ese tiempo (ya desde el 94 – 95) venían dándose a conocer a través de fanzines propios.
En su opinión: ¿Cuáles son los jóvenes dibujantes argentinos con mayor talento surgidos en los últimos años?
Horacio Lalia: Son varios, porque el talento esta, Juan Bobillo, Walter Taborda, Sáenz Valiente. Los chicos de La productora, Mallea, Aon, Benitez, Jok, Mosquito, etc.
Muchos dibujantes argentinos optaron por emigrar. Usted opto por continuar viviendo en Ramos Mejía. ¿Alguna razón especial aparte del amor al terruño?
Horacio Lalia: Yo estuve a punto de emigrar en los años 80, pero cuestiones familiares graves me lo impidieron y, cuando pude hacerlo ya no me intereso y preferí quedarme, es dura la adaptación en otro medio y sobre todo para la familia…
Agradecimiento a José Vilca “Chiqui” por la foto
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