martes, 20 de enero de 2015

Entrevista a Robert Crumb, legendario historietista underground, sobre el sangriento atentado terrorista islámico al “Charlie Hebdo” y su colaboración humorística al “Liberation”, de lo ocurrido


Por Celia Farber (New York Observer). (Traducido por Benjamín E. Morales): Robert Crumb es considerado por muchos el mejor caricaturista que Estados Unidos ha producido. El creador de íconos contraculturales tales como Fritz The Cat, Keep On Truckin Guy y Mr. Natural, fue inducido al Salón de la Fama del Comic en 1991, mismo año en el que se mudó con su familia a Francia, donde ha vivido desde entonces. La escritora Celia Farber lo contactó en su casa el 9 de enero de 2015 para hablar sobre la matanza ocurrida en París recientemente.

¿Algunos periodistas te han llamado para hablar sobre los asesinatos en Charlie Hebdo? ¿Quieres hablar al respecto?
Liberation me pidió un cartón, así que hice esta caricatura al respecto. Hasta ahora eres la primer periodista americana que me pide mi opinión al respecto. Y claro, hablaré al respecto.

¿Ningún otro periodista te ha llamado? ¿De verdad?
No, eres la única. Ya no tienen periodistas de verdad por allá, sólo tienen gentes de relaciones públicas. Eso es lo que tienen. Doscientas cincuenta mil personas de relaciones públicas. Y muy pocos periodistas y reporteros de verdad.

Aquí no tenemos una tradición que dé contexto para comprender la sátira política sin miramientos. Y encuentro un argumento que se repite y es que las caricaturas eran muy ofensivas e insultantes. Como si no comprendieramos que era premeditado. Ofensas muy intensiondas, y contundentemente comprometidas. Y eso es lo que no comprendemos como estadounidenses, y nos preguntamos: ¿por qué tenían que ser tan agresivos?
Es una cosa francesa, y aquí se valora mucho, y por eso hay tanta conmiseración hacia el asesinato de estos amigos, ya sabes, grandes manifestaciones de apoyo en París, gente sosteniendo carteles que dicen “Je Suis Charlie“. Incluso aquí en el pueblo en donde vivo tuvimos una manifestación frente al ayuntamiento. Llegaron unas 30 personas con carteles de “Je Suis Charlie“.

¿Fuiste?
Sí. Dado que soy el caricaturista del pueblo, tenía que ir. (Risas)

¿Conocías a alguna de las víctimas?
Conocí un poco a Wolinsky. Platiqué un poco con él a lo largo de estos últimos 20 años, pero nunca lo conocí a fondo. No conocí a ninguno de ellos en realidad. Nunca entré en el círculo de caricaturistas franceses. Tal vez porque aún no puedo hablar esta maldita lengua.

Creo que ellos eran conscientes de que podían ser asesinados.
El editor sabía. Él sabía. En 2011 la oficina fue atacada con bombas. Entonces el gobierno comenzó a ofrecerles protección, y fue cuando dijo eso de “prefiero morir de pie que vivir de rodillas”. También dijo “no estoy casado, no tengo tarjetas de crédito, no uso automóvil. Mantengo todo muy simple, no quiero este tipo de conecciones porque me podrían matar en cualquier momento”. Él sabía.

Estos amigos no estaban tratando de NO ofender, es por eso que una mente condicionada por los medios americanos no puede comprender la idea de que se puede ofender a aquellos que abusan del poder.
(Risas) No, no pueden comprenderlo.

No es la fe la que está siendo insultada, sino el extremismo, la psicosis. El impulso totalitario.
Aline (esposa de Crumb) vio algo en internet. Todos los grandes periódicos y revistas de Estados Unidos aceptaron no imprimir las caricaturas ofensivas de Charlie Hebdo. Aceptaron no imprimirlas porque eran muy ofensivas hacia el profeta. Charlie Hebdo no tenía una gran circulación. Los franceses decían “sí, no tienen buen gusto, pero están defendiendo su derecho a la libre expresión”. Falto de gusto decían. Y tal vez era cierto. Yo no voy a sostener mi carrera atacando a unos estúpidos fanáticos y a su profeta. Yo no lo haría. Es una locura. Pero después de los ataques tuve que dibujar esa caricatura en la que está el Profeta. En ella estoy yo enseñando otra caricatura en donde hay un culo peludo con la inscripción: El peludo trasero de Muhammed. (Risas).

¿Hiciste qué?
Sí, mandé eso a Liberation y veremos qué pasa. Ya sabes, es lo más arriesgado que he hecho en mucho tiempo.

¿Lo discutiste con Aline?
Se lo enseñé y me dijo “dios santo, tendremos que vivir escondidos”. (Risas). Y después Aline tuvo otra idea que también mandamos a Liberation. Es un trabajo en conjunto en donde ella aparece viendo mi caricatura y diciendo “¡Oh, dios mío, vendrán por nosotros! Esto es terrible, quiero vivir para ver a mis nietos”. Y yo respondo “bueno, no está tan mal, además ya han matado a muchos caricaturistas, tal vez ya lo sacaron de su sistema”.

Así que mandaste las dos.
Sí, las mandamos esta mañana. Saldrán mañana.

Eso es muy valiente.
Charlie Hebdo imprime todo el tiempo caricaturas insultantes en contra de musulmanes extremistas, y no paran. Pero no son a los únicos a los que insultan, ellos se meten con todo el mundo: el Papa, el presidente del país, todo el mundo. Eran implacables con todos. Era una revista divertida, la verdad. Nunca se retenían ante nadie, y eso era bueno.

¿Cuál fue tu primera reacción cuando supiste la noticia?
Tuve la misma reacción que cuando me enteré del 9/11. Pensé, “Jesucristo, las cosas se van a poner feas ahora”. Justo como en el 9/11. Este tipo de actos le da el pretexto a los gobiernos para tornarse más como Homeland Security. Y también alimenta los argumentos de la extrema derecha. En Francia la extrema derecha está sobre los árabes. Y Francia tiene una población árabe de, más o menos, 5 millones, muchos de ellos musulmanes que no quieren problemas ni meterse con nadie. Los extremistas son una minoría. En mi pueblo tengo amigos con ascendencia marroquí o argelina y no les gustan los problemas, sus hijos son aún más moderados.

Hubo una frase ayer en el New York Observer de un escritor que el algún momento trabajó en Charlie Hebdo. Dijo”Mad Magazine es a Charlie Hebdo lo que Taylor Swift a R. Crumb“.
(Risas) ¿Sí? Qué chistoso.

Te lo mandaré. ¿Hay algo en nuestro país que se acerque remotamenta a esta tradición, la tradición Hebdo? ¿Qué sería?
Los comics underground de los 70. Pero ahora no creo que exista nada parecido. La cosa con Charlie Hebdo es que comenzó en 1969. La pandilla que comenzó la revista la mantuvo durante años. Ahora la mayoría son bastante viejos. No eran demasiados, entre 20 o 30. Son hombres viejos y críticos. También con la izquierda, a la que consideran hipócrita, mierdera y oportunista. Pero se podría decir que hay una tendencia de izquierda en la revista. Y cada semana sacaban algo así, y todo mundo decía “ya conoces a esos amigos, están locos”.

Tienen oficinas y equipo, parecen razonablemente sostenibles…
Sí, justo acabo de leer que eran subsidiados, después de los atentados de 2011 una publicación mayor los subsidiaba. Una publicación exitosa e importante, un tanto radical. Cosas así no se ven en los Estados Unidos. Y así se mantuvo durante mucho, y así seguirá.

Entonces, si es es tan peligroso, ¿por qué hacer la caricatura? ¿Por qué publicarla?
Bueno, me lo pidieron. Liberation llamó y me dijeron “Crumb ¿puedes hacer una caricatura para nosotros sobre lo que piensas sobre lo que acaba de pasar dado que eres caricaturista y vives en Francia?” Así que lo pensé, y pasé un buen rato pensando en eso. Y estaba lavando los trastes o algo sí, con muchas ideas para esta caricatura. Ya sabes, mucha gente sacó cosas muy inteligentes al respecto, como este amigo que dibujo un cuerpo muerto y sangriento y frente a él un musulmán radical con su Kalashnikov diciendo “he drew first”. Cosas así. Buenas, inteligentes. Eso me gusta. Pero, ¿la mía? Mi trabajo siempre es más personal. Y me dije, “no tengo el valor para insultar a Muhammed“. Entonces dije, “ok, soy el caricaturista cobarde y como un caricaturista cobarde no puedo atacar de frente, tengo que burlarme de mí mismo”. Entonces, en vez de dibujar el rostro de Muhammed, dibujé su trasero (Risas). Pero me puse a mí mismo diciendo en un pequeño letrero que era el trasero de mi amigo Mohamid Bakshi, un director de cine en Los Ángeles. Así que si vienen por mí les podré decir no, espera, no es el trasero de Muhammed el Profeta, es el trasero de Mohamid Bakshi“. Por si acaso.

¿Pero nunca pensaste en no hacerlo?
No. Tenía que hacerlo. Me lo pidieron. Tenía que hacerlo. De otra manera todo mundo se habría preguntado “¿dónde está Crumb? ¿Por qué no da la cara? ¿Qué diablos le pasa?” Y comenzaría a recibir llamados telefónicas de reclamo. Y preferí evitarlo. (Risas) Y preferí evitar los lutos y la violencia, todos los demás ya habían cubierto esa parte.

¿Te sentiste aliviado cuando terminaste y lo mandaste?
No, pensé “Jesús, ¿qué estoy haciendo? ¿Estoy loco?” Aline me dijo “oh, dios mío, nos vamos a tener que esconder”. Ya veremos si recibimos alguna amenaza de muerte. Yo creo que ya están más tranquilos. Mataron a cinco caricaturistas. Y yo no dibujé el rostro de Muhammed… en realidad es sólo el trasero de Mohamid Bakshi… (Risas).

Estamos bien entonces.
Sí.

(Traducido por Benjamín E. Morales)
Fuentes:

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