Por Gabriel Zárate
Rodolfo
Santullo, guionista de historietas uruguayo, nacido en México DF (1979), es uno de los narradores gráficos de su generación con mayor
talento y proyección internacional, el más importante de su país. Con una
meteórica trayectoria desde el 2008, lleva seis libros publicados y dos más por
presentar el actual 2012. Colaborador de la revista “Fierro”, además es el
responsable de la Editorial Grupo Belerofonte, todo un obligado referente para
la nueva historieta sudamericana contemporánea. Estuvo en Lima hace un par de
semanas y acordamos esta entrevista por email.
Eres
novelista de policiales y guionista de historietas, un narrador por excelencia.
¿Cómo decidiste dedicarte a escribir guiones de historieta? ¿Cuál ha sido tu
impulsadora motivación para ello y tus principales influencias en el universo
de los cómics? ¿Puedes hablarnos sobre tu método de trabajo? ¿Cómo explicas una
producción tan fecunda y exitosa en pocos años? ¿Sueles intercambiar ideas con
los dibujantes durante el proceso creativo?
Bueno, los guiones surgieron
espontáneamente igual que en su momento surgió escribir narrativa. Puntualmente
yo tenía 19 años y con un amigo que dibujaba, nos gustaba mucho la historieta a
ambos, nos planteamos hacer una propia y ahí estuvo. La motivación es la misma
que a la hora de escribir cualquier cosa, me gusta mucho contar historias. Te
diría que si bien leo de todo, historieta de superhéroes, europea, manga,
independiente estadounidense, viendo a posteriori mi propia obra creo que es la
escuela argentina la que más ha influenciado mi trabajo, pero claro, uno no
siempre es el mejor juez de aquello que hace.
No sé si tengo un método de trabajo.
De un tiempo a esta parte, que acumulo trabajos, encargos y compromisos, tengo
por costumbre levantarme temprano, 7 u 8 de la mañana, y ponerme a escribir.
Tengo una listita en un bloc de notas con todos los guiones que tengo que
entregar y ahí voy, tachándolos a medida que salen del horno. Capaz que por
eso, ser tan disciplinado ya que escribo todos los días, de lunes a viernes,
sin falta, es que ha salido tanta cantidad de obra en los últimos años. En
cuanto a su posible éxito, creo que he tenido suerte y algunas de las temáticas
que me gustaba explorar han sido también temáticas que le ha interesado leer a
la gente.
En cuanto al intercambio de ideas
con los dibujantes, depende mucho del dibujante. Los hay que prefieren un guión
completo y listo y los hay que gustan de aportar. También depende mucho de
cuanto la historia venga por mi lado y cuanto la haya preparado previamente.
Hay veces que es totalmente lo contrario, viene el dibujante con una idea y
notas y personajes, en esos casos a mí me toca darle forma y aportar lo que se
me ocurra, pero gran parte del proceso salió del otro lado.
Los
Fondos Concursables de Cultura del Uruguay te permitieron desarrollar iniciales
proyectos como “Los últimos días del Graf Spee” y “Acto de Guerra”, junto a
Matías Bergara, convirtiéndose ambos en la pareja sensación de la historieta
uruguaya ¿Como entablaste la sociedad con Matías Bergara? ¿Qué es lo que más
destacas en Matías como dibujante? “Los últimos días del Graf Spee” fue tu
primer gran trabajo y el 2008 un año decisivo en tu trayectoria ¿Cómo lo
valoras cinco años después?
Conocí el trabajo de Matías en 2007, cuando ambos
participamos de una muestra de historieta uruguaya en España. La muestra venía con un catálogo que tenía el contacto de
aquellos que habían participado y yo le escribí a los tres que me habían
gustado, pensando en colaborar. El único que me contestó fue Matías. Lo primero que hicimos fue,
curiosamente, el primer capítulo de Dengue
y de ahí ya saltamos a la producción de Los
últimos días de Graf Spee. Yo creo que una de las mayores virtudes de Matías es su asombrosa capacidad de dar
con el estilo adecuado para la historia que está contando. Da igual la
temática, él da con el estilo pero al mismo tiempo nunca deja de ser Matías Bergara. Eso es algo muy difícil
de lograr. Además, es un completo profesional, que cumple como un reloj con
todos los plazos pautados.
El 2008 y el Graf Spee es realmente un punto de inflexión. Fue un salto en lo
artístico, nunca había escrito un guión tan extenso, pero también en lo
editorial, ya que fue la primera novela gráfica editada en Uruguay (se habían editado recopilaciones de material, o había
revistas que eventualmente podían conformar una, pero no había en ese momento)
y tuvo una repercusión en prensa y critica que nunca había visto con ningún
material mío. Ahora estamos planeando coeditar Belerofonte-Estuario una reedición, quizá ampliada, sin dudas que
retocada, del libro. Es como volver a juntarte con un amigo.
Háblanos
sobre la importancia de Los Fondos Concursables de Cultura del Uruguay para la
concretización de proyectos de cómics ¿Sería viable el actual despertar de la
historieta uruguaya sin la subvención del Estado?
Yo creo que sí. Sin dudas, hay mucho
trabajo que ha aparecido hoy día bajo el impulso de los Fondos que, de no
existir estos, casi seguro que desaparecería. Pero hay mucho material que ha
salido a la calle sin apoyo estatal ninguno y creo importante destacar eso
mismo. Ignacio Calero editó dos
números de la revista Sidekick a
todo color, en un precio muy económico, 2 mil ejemplares por número y fue sin
apoyo ninguno. Nico Peruzzo lleva 4
revistas de su serie Relatos de Ciudad
Fructoxia y son sin apoyo ninguno. La revista Cisplatino cuenta ahora con el apoyo de los Fondos, es verdad, pero
sus primeros 4 números salieron sin apoyo ninguno. Belerofonte misma lleva 21 libros editados y sólo 4 cuentan con el
apoyo. Evidentemente, de desaparecer los Fondos la producción se resentiría y
capaz que hasta que bajaría a la mitad, pero creo que estamos en un momento de
producción donde seguiría saliendo historieta.
“Historietas
Reales” fue el espacio propicio para concretar la sociedad creativa con Marcos
Vergara que te ha permitido culminar dos aclamados proyectos: “Cena con Amigos”
y “Valizas” además de emprender un tercero “La comunidad”. ¿Cuál sería la
importancia de “Historietas Reales” en tu desarrollo y consolidación como
guionista? ¿Cómo surge la química con el dibujante Marcos Vergara? Además “Cena
con Amigos”, es la historieta cuyo argumento te supuso obtener en Argentina el
Premio Solano López al mejor guión ¿Cuanto valió este reconocimiento argentino
en el afianzamiento de tu carrera de fabulador de historietas?
“Historietas
Reales” fue a las
claras mi puerta de entrada al mercado argentino. Hasta el día de hoy no puedo
dejar de estar muy agradecido con Federico
Reggiani, Fran Lopez y el resto
del grupo que me abrió la puerta de manera tan generosa. Si hoy día me va bien
en Argentina, yo sé que se debe a
que HR me invitó a participar. Con Marcos llevábamos un tiempo que
queríamos laburar juntos, habíamos hecho un par de historietas breves (que
casualmente se están publicando ahora en “Marche
un Cuadrito”) y cuando surgió la oportunidad de HR pensamos que era una buena idea empezar con novelas gráficas. Y
yo creo que la química que tenemos juntos laburando es rara, pasa pocas veces.
Tanto “Cena con Amigos” como “Valizas” se cuentan entre los libros
que me ponen más orgulloso. Y ganar el Solano
López con Cena es una de las
mayores alegrías de mi vida. Poquito después de ganarlo me encontré con el
mismo Solano y dijo "Santullo, ah, el de Cena con
Amigos" y fue muy emocionante.
¿Cómo
surge el Rodolfo Santullo editor de Grupo Belerofonte?, una editora que se
consolida con 21 publicaciones de estupenda calidad y que se ha convertido en
un indispensable referente para el desarrollo del cómic en Uruguay, con
reconocido prestigio en Sudamérica ¿Cuál es tu principal preocupación como
editor? ¿La selección adecuada de los títulos por publicar? ¿Por qué se produjo
la alianza estratégica con Loco Rabia de Argentina?
Mi carrera como editor surge primero
que nada por necesidad. En el momento que comencé a crear historietas- y es una
situación que ha cambiado, pero apenas, en Uruguay-
no había ninguna editorial interesada en editarlas en Uruguay. Entonces fue imprescindible ser primero que nada editor.
Para cuando en 2005, con Ignacio Calero
y Gabriel Ciccariello, armamos Belerofonte, la idea era ser ese lugar
que faltaba, esa puerta abierta a recepcionar material de otros además de
generar el propio. Y sigue siendo hoy día, que estoy solo al frente de la
editorial, la misma idea.
Desde las primeras ediciones, he
tratado de tener una línea editorial clara- que se puede definir con una
historieta de corte clásico, más dirigida hacia la parte de contar historias
que experimentar con el lenguaje- y he tenido la fortuna de editar muchos
artistas regionales de primer nivel. Como muchos de ellos son argentinos, y Argentina es una pata importante del
mercado de venta de Belerofonte, surgieron
las coediciones con los Loco Rabia,
quienes vienen haciendo un gran trabajo por su parte. Yo soy muy amigo tanto de
Marcos Vergara como de Alejandro Farías y la colaboración
surgió como una idea lógica. Si ellos editan allá y yo edito acá ¿Por qué no
coeditar? Era sumar dos más dos.
“Malandras”
con Dante Ginevra te abre la gran posibilidad de trabajar en la prestigiosa
revista Fierro, y con ello retomas uno de tus temas recurrentes: Lo
histórico-político. Hace poco acabas de empezar “Tacuara” siempre para Fierro
con dibujos de Dante Ginevra. Coméntanos sobre tus historietas para Fierro, lo
que significa publicar en una revista masiva de 15 ejemplares, la sociedad
creativa que has generado con Dante Ginevra y la pronta posibilidad de ver la
compilación de “Malandras” publicada como libro.
Publicar en Fierro es un sueño hecho realidad. Es uno de mis referentes de
formación como artista y poder estar trabajando allí me llena de alegría. Creo
además que estamos haciendo buen material con Dante, trabajamos muy bien juntos. Para mí es todo un desafío, ya que
aunque investigo mucho y preparo las historias, navegar en la historia política
argentina es complejo- sobre todo cuando se tocan temas como Perón, donde no hay dos argentinos que
se pongan de acuerdo- es una gran oportunidad. “Malandras” tiene chances de ser libro pero aún estamos en las
primeras tratativas y es siempre un asunto que lleva tiempo. Ojalá salga.
Tu
más reciente libro publicado fue “Dengue”, es una combinación precisa de
ciencia ficción, con relato policial y alegato político. Fue todo un éxito en
la última versión de Montevideo Comics, creando una enorme expectativa entre
los lectores por su aparición. ¿Es “Dengue”, el inicio de un Rodolfo Santullo
orientado a la ciencia ficción distopica? ¿La percibes como una temática por
explotar?
A mí me gustan mucho los géneros y
la Ciencia Ficción no es la excepción. Fue muy disfrutable como camino a
transitar y tengo algunas ideas de cómo continuar incluso en el mismo universo
de Dengue, pero es algo que está muy
verde todavía. Sin dudas que es una temática a la que me gustaría volver en
algún momento.
La
próxima novedad editora que se viene en un par de semanas es la publicación de
“40 cajones”, con dibujos de Jok, por Editorial Pictus de Argentina; historieta
que primero la editó Aurea Editoriale de Italia. ¿Fue tu primer trabajo para
Europa?, relátanos la historia confidencial de este proyecto y cómo surgió el
interés de los italianos por editarlo y de Editorial Pictus para darlo a
conocer a los lectores sudamericanos.
El camino de “40 Cajones” es rarísimo. Primero se publicó para celulares- para
la compañía Vodafone en España- y luego se republicó en Italia bajo el nombre de "La Nave del Terrore". Es
casi casi mi primer trabajo para Europa,
apenas si hay otra serie publicada antes- también para Vodafone que se llamó "El
siniestro Dr. Moreland"- que quedó sólo en formato digital. “40 Cajones” recoge un capítulo
bastante significativo de la novela "Drácula"
de Bram Stoker, el viaje en barco a Inglaterra, y es un placer poder
laburar con Jok en esto, ya que las
historias de horror es algo que nos encanta a ambos. De hecho, tenemos en
carpeta otra aproximación al mito vampírico, que en buena medida puede ser una
continuación de esta.
A Aurea llegamos por intermedio del propio Jok, quien venía publicando con ellos historietas con guiones de Emilio Balcarce y les ofreció este
material, que les resultó interesante por fortuna. Este año yo me di cuenta que
tengo más material del que puedo disponer con Belerofonte y que venía siendo hora de expandirme ya como autor y
no como editor. Con Pictus vengo
trabajando desde el año pasado en la adaptación de "Manual de Perdedores" sobre la novela de Juan Sasturain y son muy buena gente,
muy serios. Así que fue una alegría poder pautar la edición con ellos. (Nota: El libro “40 Cajones” salió a la venta para “Feria del Libro
Juvenil”, el 16 de julio y la presentación oficial será durante la Convención
“Crack Bang Boom” de Rosario).
Has
concluido el guión adaptado de “Manual de perdedores”, de Juan Sasturain para
la Editorial Pictus y está siendo dibujado ¿Cómo te propusieron este proyecto,
de sintetizar 400 páginas en 148? ¿Es la primera vez que trabajas sin tener
algún contacto con el dibujante y que concepto te merece como artista gráfico?
¿Qué fue lo peculiar de adaptar una novela? ¿Para cuándo calculas que la
historieta estará terminada de dibujar y editada?
La adaptación puede tener que ver que lo que yo andaba haciendo en Fierro en ese entonces -Malandras- pues tiene muchos puntos en
contacto con Manual. Me dieron
libertad total, con la única consigna de que 148 páginas era el tope (¡y usé
hasta el último centímetro!). Sí es la primera vez que trabajo con un dibujante
sin conocerlo, pero ya las primeras páginas que Lisandro Estherren ha mandado son estupendas y creo que es un libro
que va a quedar muy bien. Yo ya había adaptado textos antes, pero nunca una
novela completa. Fue muy trabajoso de hacer, me costó bastante tener que
resolver qué sacaba, qué dejaba, qué ponía para mantener la historia con todos
los cambios. Al final quedé contento pero, como siempre, quedará en el lector
decidir si se logró un buen libro. Si no me equivoco, se edita el año que
viene, Lisandro la tiene contra las
cuerdas ya, a punto de liquidarla.
Tienes
otros dos proyectos prácticamente concluidos: “El Club de los Ilustres”, con
Guillermo Hansz y “Zitarrosa” con Max Aguirre. Coméntanos sobre la decisión de
abordar la temática de ambas historietas, ¿cuál es su trama narrativa?, ¿cómo
elegiste a los dibujantes?, ¿siempre buscas elegirlos?, ¿para cuándo estarían
publicados? y danos tus impresiones de la repercusión que tendrá la
presentación de “Zitarrosa” en Uruguay.
En el caso de "El Club de los Ilustres" se trata de una sátira
histórica, donde distintos personajes uruguayos- Horacio Quiroga, Delmira Agustini, Aparicio Saravia y José Pedro Varela- se ven envueltos en
una historia de espionaje bastante absurda. Y en el caso de "Zitarrosa" es una
aproximación a la figura del cantautor a partir de una serie de entrevistas que
llevo unos cuantos años haciendo, una historia casi biográfica te diría. En el
caso de los dibujantes, para los Ilustres
justo había conocido a Guillermo Hansz
y su estilo de línea clara, heredera directa de la escuela franco-belga se
corresponde perfecto con la historia, lo que lo hizo la opción ideal. Y con Max Aguirre en “Zitarrosa” fue más natural todavía. Es tan fan de Zitarrosa como yo, sino más. Y cuando
le comenté la idea, saltó sobre el proyecto. Es más, ha aportado algunas anécdotas
de su lado para el libro, ha investigado muchísimo. Es para él un relato muy
personal, tanto como para mí.
En cuanto a mi proceso de
"elección" de dibujantes, te diría que prácticamente no existe.
Cuando me cruzo con un dibujante que me gustaría trabajar, le escribo y le
propongo. A veces aceptan, a veces no. A veces me contactan ellos. Cuando la
cosa se pone en marcha, nos ponemos de acuerdo sobre qué tenemos ganas de hacer
y listo, arrancamos. Lleva tiempo, pero se va concretando. Volviendo a Ilustres y Zitarrosa, Ilustres
llega la última semana de agosto y Zitarrosa
a mediados de octubre y en este último caso se está armando algo muy lindo,
desde músicos interesados en aportar versiones de sus canciones y la Feria del
Libro brindándonos el espacio para presentarlo. Hay mucha expectativa y con Aguirre esperamos estar a la altura.
“Marche
un cuadrito” pareciera la versión uruguaya de “Historietas Reales”, proyecto en
el cual estas involucrado con “Regreso a las montañas de la locura” dibujado
por Alejandro Rodríguez Juele ¿“Marche un cuadrito” puede ser la plataforma
virtual que contribuya a impulsar aún más el desarrollo de la historieta en
Uruguay? ¿Qué posibilidad de desarrollo y continuidad le percibes? ¿Piensas
seguir colaborando “ad honorem” en la consolidación de “Marche un cuadrito”?
“Marche
un Cuadrito” se
inspira directamente en “Historietas
Reales”, proyecto que a mi parecer no se lo ha valorado con la importancia
que merece a varios años de ser creado. MUC
significa exactamente eso: Una plataforma donde mostrar nuevos trabajos. Es
parte también de ir asumiendo que la historieta llega a la gente de maneras
diferentes que el papel. Faltan algunos aspectos, como el fundamental de volver
económicamente viable las publicaciones digitales, pero creo que es un portal
que ha llegado para quedarse. Un claro ejemplo es que a las 7 historietas
semanales con las que inició, se han sumado 4 más y allí donde historias han
culminado, inmediatamente han surgido otras en su lugar. Se internacionalizó
además, con la suma de varios artistas argentinos (entre ellos el gran Marcos Vergara, otro
"veterano" de HR) y hasta
un español. Yo ahora comencé una segunda historia semanal, con dibujos de Leo Sandler, que se llama "Pintamonos" y va los jueves.
Mientras los dibujantes acompañen, yo voy a seguir aportando a “Marche un Cuadrito”.
¿Cuál
es tu apreciación de la tenaz labor de “Montevideo Comics” a 10 años de haber
empezado? ¿El prometedor despertar de la historieta uruguaya contemporánea se
puede sintetizar en una fusión entre: “Montevideo Comics”, Los Fondos
Concursables de Cultura del Uruguay, Grupo Belerofonte y Rodolfo Santullo?
Sólo le cabe una definición a “Montevideo Comics” y es de
imprescindible. Cuando se hace un racconto de lo que ha construido este momento
de la historieta uruguaya, son una mención inevitable. Con sus mejoras a lo
largo de los años, “Montevideo Comics”
se ha transformado un espacio ideal donde presentar las nuevas publicaciones
anuales, un momento que los artistas esperamos año a año. Junto con los Fondos Concursables, son dos de las
patas que sostienen este momento, sumando al aporte de muchos artistas, entre
los que tengo el honor de contarme.
Finalmente
coméntanos sobre los proyectos que vendrán para el 2013-2014, la ilusión de
hacer una historieta basada en el connotado fotógrafo cuzqueño Martin Chambi,
cuyo descubrimiento se produce a raíz de tu reciente viaje al Perú y la
búsqueda del dibujante idóneo para esta aventura.
Para 2013-2014 hay un montón de
proyectos, espero lograr la mayoría de ellos. Como editor de Belerofonte, tengo en cartera varios
libros confirmados, muchos de ellos de colaboradores frecuentes del sello (Alcatena, Mazzitelli, pero vuelven Capristo y Ferrari, así como sumamos a Horacio
Lalia y Cacho Mandrafina), al
margen de la producción propia y los libros a confirmarse. Y como guionista,
estoy trabajando en muchas cosas, veremos cuales de ellas se van confirmando.
Uno de mis proyectos en carpeta es poder escribir la historia de Martín Chambi en historieta y me encantaría trabajarla con un dibujante
peruano. Allá en Lima quedó mi buen
amigo José "Chiqui" Vilca
con la tarea de conseguirme colaborador.
Reseñas
de libros de Rodolfo Santullo
“Cena
con Amigos”
“Los
últimos días del Graf Spee”
“Valizas”
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