Por Gabriel Zárate
El Sueñero: Originalmente pensada para Toutain y el mercado europeo, la historieta es finalmente publicada en la revista Fierro en 1985 con guión y dibujos de Enrique Breccia. Ha sido reeditada por Javier Doeyo el 2007 en su versión íntegra, incluyendo los capítulos de la segunda parte omitidos en Fierro.
La historia se presenta como una temeraria aventura fantástica en un esperpéntico universo futurista, propio de una fabula de horror, donde tras la conclusión de siglos de crueles y desgarradoras guerras, el aburrimiento posterior de la paz generó una epidemia de “la peste sutil” que abate a la población. La solución diseñada es un retorno a la violencia, restaurando un Sirko Roman-ho para el entretenimiento de los habitantes. El Ñato, un ex-mercenario conocido como El Sueñero, es el cazador enviado a conseguir los próximos luchadores del espectáculo. Para ello realiza un intrépido viaje marítimo atravesando el espacio y el tiempo, en la insólita búsqueda y captura de los futuros gladiadores. El Minotauro del laberinto de Creta (con su ocurrente indumentaria de torero) y el Dr. Jekyll del Londres victoriano (confundido con Mr. Hyde) serán sus primeros forzados reclutamientos. Los relatos se desenvuelven siempre con una atmósfera de irreverente sátira, retratando un universo grotesco plagado de un humor irónico y corrosivo (como la clara alusión paródica en el episodio contra los piratas ingleses a solo un par de años del conflicto de Las Malvinas).
La ruptura con la propuesta editorial europea hace que Enrique Breccia replantee la historia, nacionalizando el argumento e introduciendo variantes políticas de la realidad local: “Era un trabajo creado especialmente para Europa. No iba a ser publicado en Argentina…No podía ponerle muchas cosas locales, porque no las iban a entender allá. Así que, una vez que se cortó el contacto europeo, el Sueñero vino a la Argentina y me pude dar el gusto de incorporarle una temática nacional”. (1)
El Ñato arriba a Mar del Sud en la búsqueda del tercer guerrero en la pampa argentina: el Lobizón. Indagando darán con don Churrique (un emperrao a imagen del autor). Se produce entonces un giro vertiginoso en el relato, pues se introducen una numerosa serie de míticos personajes de leyenda, propios del folklore autóctono del país gaucho de tierra adentro. Es la nacionalista reivindicación de lo propiamente nativo, comandado por Helje Nerhal que convoca a las masivas fuerzas populares embanderadas para enfrentarse inicialmente contra los temibles Ghori-lhas (los militares) que son la fuerza de avanzada cómplice que secunda la temida invasión de lo ajeno representado por el Gusano Grhin-gho.
El Gusano simboliza la seductora penetración de lo foráneo que se introduce en las mentalidades persuadiéndolas sutilmente, socavando la identidad propia con una etérea y cautivante presencia evanescente. La auténtica intromisión imperialista es ideológica: la alienación de la modernidad, entendida como la universalización de la cultura de consumo y de un homogenizado modelo de vida de estilo burgués dominante, que termina imponiendo su fascinante consenso absoluto, como una intensa forma de colonización mental en la población sometida y que subvierte los valores intrínsecos de una nación avasallada, deslizando imprescindibles necesidades superfluas y distorsionando su percepción de la realidad.
La hegemónica imposición mundial y unívoca del la industria cultural capitalista es un fenómeno económico y socio-cultural que supone una crisis de las identidades, atrapadas en una utópica ruptura. Como afirma Nicolás Casullo es “el espejismo de la identidad del consumo”. Pues se construye un sujeto que “se inscribe…en la virtualidad y el simulacro de la pantalla, (que) encontrará su identidad en esa otra cultura de la vestimenta, del rock, de la TV, de lo que consume…de lo que ambiciona consumir” (2)
Historieta de fuerte y partidario contenido político, que refleja la explosiva eclosión crítica producida después de la salida los oscuros años de la dictadura militar. Epígono del pensamiento antiimperialista yanqui de los setentas, que refleja una clara y explícita postura peronista confesada por el autor: “Era un mensaje militante. Entendido desde el punto de vista de la militancia política, me parece que salió bien. Tenía que generar polémica y en ese sentido cumplió el objetivo” (3)
Es una historieta singular y alucinante, por la peculiar fusión de un marcado discurso político-ideológico comprometido, pero recreando un disparatado universo estrambótico con alegorías nativas locales y seres extraídos de una demencial pesadilla. Muy polémica en los ochentas, con expresa provocación despertó fuertes y encendidos debates donde la acusaban de panfletaria y fundamentalista. Obra extraña, problemáticamente personal, reflexiva y subversiva. Enrique Breccia consiguió en El Sueñero, con desbordante libertad crítica y caricaturesca creatividad estética, convertirla en una extravagante historieta única en su género, un imaginativo clásico peculiar e inimitable.
(1) Andrés Accorsi. Reportaje a Enrique Breccia. Comiqueando # 43. 2000 (Tebeosfera)
(2) Nicolás Casullo. Itinerarios de la modernidad. Eudeba. 1999.
(3) Andrés Accorsi. Reportaje a Enrique Breccia. Comiqueando # 43. 2000 (Tebeosfera)
Buen analisis. El humor acido es lo q mas me gusta, bah! tambien el dibujo es excelente :-)
ResponderEliminarSi bien el guion es muy imaginativo, tambien deja el lugar para la reflexion, como bien vos lo describiste en tu articulo.
Con el tiempo esta historieta (por su inteligencia y arte)quedara como un clasico definitivo.
Pablo: Gracias por tus comentarios y coincido contigo. Enrique Breccia trabajo con una libertad única y se pudo tomar licencias sobre un humor altamente corrosivo e inclemente. Quizá “El Sueñero” sea su mejor trabajo como dibujante. Sin lugar a dudas es un clásico de la historieta.
ResponderEliminarGabriel
Fui lector apasionado de la Fierro. Y pasaron muchos años, pero nunca olvidé esa metáfora perfecta que construye Breccia con lo del Gusano. Es para mí una imagen perfecta para abordar la cuestión llamale del imperialismo, de lo foráneo, del capitalismo.
ResponderEliminarme encanta la historieta el dibujo y las ideas alucinadas, la irreverencia con que desbarata historias de la cultura occidental, Ariadna embarazada de Nacho... el gusano gring ho contaminando un mundo que se aparta más y más buscando su último escondite "Donde el Diablo perdió el Poncho"... pero al final las bellezas femeninas siempre son francesas de tacones altos, deben ser enviadas del papá del gusano Gring ho, porque debe haber también gusano Euro P ho. Es buenísima su sátira de los gorilas ilustrados, a los que hay que darles con la alpargata y un shock de realidad. Me chocó un poquito el discurso anti rock n roll... una gran historia al fin de cuentas, digna de un sueñero.
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