CORTO MALTESE DESAPARECERÁ EN LA GUERRA CIVIL ESPAÑOLA
Por Alfredo Pita
Por Alfredo Pita
París. 9 de diciembre - El aventurero Corto Maltese, que desde comienzos de siglo recorre los mares más remotos y está presente en cuanto hecho importante ocurre en el planeta, vivirá su última aventura durante la guerra civil española, en la que desaparecerá, enrolado en las Brigadas Internacionales.
Esta información, capital para los numerosísimos lectores (sobre todo europeos) de la historieta de la que es héroe el audaz, culto y caballeroso marinero, nos la reveló en París, hace unos días el padre mismo de Corto Maltese, es decir el dibujante italiano Hugo Pratt.
Después de establecerse en Argentina, en 1949, Pratt se hizo popular en América Latina como uno de los mejores dibujantes de la historieta clásica, de inspiración norteamericana, a la que desde el comienzo de su labor, dio un carácter especial, otro nivel, tanto en el plano del dibujo como del texto.
Sus personajes (Sargento Kirk, Ann y Dan, Ernie Pike) y sus aventuras del oeste, de la selva y de guerra alimentaron la imaginación de varias generaciones de adolescentes, para los que no fueron sólo un pasatiempo sino, muchas veces, el camino hacia lecturas más completas e interesantes.
Pratt explica su larvado “ecumenismo aventurero” de entonces por las exigencias del mercado argentino, sobre todo del bonaerense, en el que los lectores, por razones explicables, “no se hallaban” en las historietas que en marejada venían desde México.
Claro que era también un elemento vivencial: el dibujante sufrió de niño la asfixiante atmósfera del fascismo, un periodo en el que “se debía leer lo que recomendaba el Ministerio de Cultura Popular”. (Su padre fue un militar italiano que se instaló, e instaló a la familia, en 1937, en Etiopía, donde murió en 1943).
El pequeño Hugo descubrió que veía el mundo no con los ojos de su padre sino con los de sus pequeños amigos etíopes, y mejor aún, con los de los héroes de Jack London, Stevenson, Zane Grey, Curwood, etc., los que le llenaron la cabeza y el corazón de bosques y desiertos, de piratas y apaches mescaleros lanzados al galope por llanuras sin límites.
“Esa era la única posibilidad de soñar que tenía entonces, de ser libre, aunque ello significase que viera el mundo con los ojos de un héroe rubio y anglosajón”, dice ahora Hugo Pratt, agregando sarcástico, felizmente perdimos la guerra, sino, con seguridad, ahora sólo sería un bodeguero en Addis Adeba”.
Al margen de ello, Pratt se sorprende de la aceptación que tuvo su trabajo, por los años 60s, en otros ámbitos del subcontinente latinoamericano, pues por entonces estaba convencido de que fuera de Argentina, “por un exceso de nacionalismo y de búsqueda de raíces, la gente no aceptaba la historieta de aventuras romántica (en el mejor sentido de la palabra) e internacional”.
Sea como fuere, el Pratt tributario de las grandes corrientes ortodoxas de la historieta comienza a cambiar en 1959, cuando es contratado por el periódico inglés Daily Mirror. En 1967, surgirá el personaje que lo hará célebre en Europa, el misterioso anarquista Corto Maltese.
“Corto Maltese es una respuesta al imperialismo anglo-norteamericano que impregna el cine, la historieta y la literatura. Quería crear un personaje más próximo a nosotros, más mediterráneo, más libre, que debía expresar el deseo de libertad de los inmensos países de América del Sur por los que he viajado”, escribió Pratt alguna vez.
Fue en “La balada del Mar Salado” que Corto Maltese hizo su aparición y, desde ese momento, se lo encontrará en Brasil, en la guerra ruso-japonesa de 1905, en los combates que libraban –a lo largo del transiberiano- las tropas bolcheviques y los contrarrevolucionarios blancos, en Venecia, en los desiertos.
Su aventura más reciente se llama “Y todo a media luz” y marca un retorno, y un guiño malicioso, de Pratt a la Argentina, “mi país, más que de adopción, de elección y de madurez”.
Ahora sabemos que en un aventura futura, cuya fecha Pratt aún no ha establecido, Corto Maltese desaparecerá defendiendo a la República Española, luchando en medio de los poetas, periodistas, militares del imperio rebeldes y dinamiteros irlandeses que conformaron la brigada inglesa.
Pratt nos recibió un mañana, en el pequeño hotel parisino, frente a Notre Dame, donde se aloja siempre que pasa por París. Vino para el estreno de la película “Mauvais sang”, del francés Léos Carax, donde hace un papel, el del personaje que mata a Michel Piccoli.
"¿Corto Maltese morirá en España?” le preguntamos. “No –responde sonriendo-, según últimas noticias que tengo, alguien lo ha visto, retirado, viviendo en una caleta de pescadores, cerca de Valparaíso, en Chile”.
Hola amigo, excelente blog! Me daré una vuelta seguido. Y de paso te invito a conocer el mío: http://kappelhumor.blogspot.com
ResponderEliminarUn abrazo desde Argentina!
Claudio
Excelente artículo sobre la vida del gran dibujante llamado "El monstruo de Malamocco" y su gran personaje El Corto Maltés a quien sentimos un poco peruano por las aventuras vividas en el Río Marañón (De abuelos y Leyendas) (El Secreto de Tristán Bantam) y otras, que nos muestran a un héroe diferente, que a veces hasta camina descalzo y esmás acorde con nuestra realidad. Creo que la entrvista de Alfredo fue el encuentro de dos grandes.
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