“Parque Chas”, de Ricardo Barreiro y Eduardo Risso

 

Por Gabriel Zárate

Dolmen Editorial (España) anuncia, como edición de julio, la recopilación integral de “Parque Chas”, la mítica serie argentina, aparecida en la revista Fierro de los ochentas, obra con guion del talentoso narrador Ricardo Barreiro (1949 - 1999) y dibujos de genial historietista Eduardo Risso (1959). “Parque Chas” fue recopilada por Puro Comic (Argentina) (Rosario). “Parque Chas” es un libro de 168 páginas en blanco y negro. Valiosa publicación de julio.

“Una ventana que no debe ser abierta bajo ningún pretexto. Una estación fantasma del suburbano. Un coche vampiro. El Cuco de las cloacas. Una terraza señorial sobre una mansión que asoma a un canal veneciano de finales del siglo XVII... Los secretos que esconde Parque Chas son motivo de leyendas, muerte y pasión. ¿Existe alguna explicación del porqué de estos fenómenos paranormales? Mucho cuidado, porque todos aquellos que prefieran la verdad a la felicidad tendrán que pagar el precio más alto”.

“Magia, misterio, horror, leyendas urbanas, sucesos extraordinarios y hasta una guerra espacio-temporal con una especie alienígena. Ricardo Barreiro (As de Pique) al guion y Eduardo Risso (100 Balas) al dibujo nos sumergen en este fantástico barrio de Buenos Aires, en una combinación de géneros que ya es historia del cómic argentino”.

“Toda ciudad tiene un barrio donde claudican las reglas de la geometría euclidiana, la ley de la gravedad, los embustes de la lógica y otras muletas del pensamiento. En Buenos Aires esa zona es Parque Chas –búscala en el mapa, Robinson urbano, que no la encontrarás- allí se separan lo posible de lo probable, se juntan el antes y el ahora, se cruzan la realidad y la fantasía, en una esquina que mañana tendrá otro nombre a la luz del sol...”.

“Parque Chas. El clásico moderno de la Historieta Argentina.  "Barreiro inventó ventanas clausuradas, sueños de esclavitud, metáforas de la por entonces reciente dictadura militar, Risso, por su parte, debió desviarse por un rato del camino que lo llevaba inexorablemente a su incandescente blanco y negro para incorporar interminables grises a esas noches, a esos amaneceres, a esas nieblas. Juntos, los autores encontraron un tono violento, preciso y melancólico" (Nota de Prensa).